Opinión | Reflexión en Pandemia parte 1| ¿Qué pasó esta temporada?


Buenas,

Para los que no saben quien soy los invito a leer (Quién soy?) en donde cuento más o menos, qué hago de mi vida y por qué escribo este blog de vinos. Ahora sumo este mini espacio de opinión para debatir.

En este contexto de pandemia muchas cosas pasan por nuestras cabezas, a mi me tocó pensar un poco en el rumbo de mi profesión y en qué cosas son realmente importantes en la vida profesional.
También cómo impacto en la sociedad con mis ideas agronómicas. Es por eso que me pongo a escribir, porque como dice una canción de rock "tan cansado estoy de escucharme y no quiero quedarme callado", por eso ahora les tiro la pelota a aquellos que tengan el tiempo de leerme.

2020

Terminó la cosecha y fue una temporada particularmente diferente, no sólo fue una cosecha anticipada y preocupante por temas ambientales, sino que en plena cosecha nos embistió la cuarentena poniendo las cosas un poco más picantes todavía.

Desde el punto de vista ambiental es realmente trágico lo que transitamos. Los ríos y diques con niveles nunca vistos, nos enfrentan al cambio climático de manera violenta. Siento que en algo se asemeja al Covid-19: no lo vemos de cerca y lo subestimamos. Parece que nuestra vida está llena de "fake news" en las que nos muestran los ríos secos, los diques vacíos o los colapsos sanitarios de Europa o EEUU pero no nos toca de cerca. ¿Será que seremos conscientes cuando se nos muera un familiar o cuando nos quedemos sin agua para regar nuestros cultivos?. ¿Será que somos demasiado exagerados y nos gusta vivir en apocalipsis?. No lo sé, pero yo vi este año a los productores no pudiendo regar en el oasis sur de Mendoza, salteando los turnos o perdiendo siembras. Si lectores, en San Rafael lo ví y no es una fake news.

La cuestión es que entre una temporada muy seca y calurosa avanzó la cosecha, y avancé con la agroecología como nunca.

Entré en el negocio de los bioinsumos y conocí personas con una muy buena perspectiva de la agricultura, vendimos consorcios microbianos para reactivar los suelos, me despaché con tres días de pasturas polifíticas entendiendo que los forrajes bien realizados pueden ser sumideros de carbono, para luego entender que también pueden darnos servicios ecosistémicos en el viñedo y de repente entramos en una "casi moda" de los cultivos de servicios en Mendoza. Empezamos a realizar cromatografías de suelos por primera vez, vimos cómo un suelo orgánico certificado por 10 años era igual de desequilibrado que uno con glifosato a full, porque no es la herramienta que usamos para cultivar la que hace mal, es lo que entendemos sobre cómo cultivar lo que está mal. Mientras más intervenimos nuestros cultivos, más los desequilibramos y menos se expresa el terroir, pero...no podemos producir 15/18 mil kg por hectárea de uva sin desequilibrios ¿verdad?. Al menos por ahora (estamos trabajando para desmitificar eso) parece ser verdad. La razón por la que quiero tantos kilos es porque los productores probablemente cobren en pesos argentinos lo mismo que la temporada 2019, y es ahí cuando no cierra por ningún lado, y no habrá desequilibrio ni producto de síntesis que frene la angustia de no ser sostenible económicamente.

¿Qué pienso yo? Que a este ritmo, los que producen uva terminarán todos siendo cultivadores de poda mínima y que sea lo que sea. Porque además de estar transitando el comienzo de una crisis climática y una pandemia, también vivimos en Argentina, donde ser sustentable es un cuento careta, utópico y tragicómico.

Fue mi temporada número 12, empecé en Catena Zapata en el 2008 y mi vida cambió para siempre. Hoy más que nunca me encuentro conmigo mismo, independiente, cultivando vid agroecológica, ayudando a los productores con innovación tecnológica y nuevas miradas de la agricultura. Más que nunca se unen mis pasiones por la Agricultura de Precisión, la agroecología, la vid y el vino. Como si todas esas horas de niño en la viña de mi abuelo o en el medio del campo en San Rafael, se unieran para marcarme el camino a seguir.

Nuevas cosas se vienen: una relación más estrecha con la viña, productores dispuestos a probar mis ideas (dándole lugar a la locura), la vuelta a la horticultura orgánica para producir alimentos y desde ahora bien mezclado con la viticultura.

En esta temporada coseché la segunda añada de mi vino "Sueños de Revolución" y largué el nuevo proyecto en el Valle de Uco llamado "Gritando al Viento". Todo a pulmón pero a largo plazo, con la meta en el futuro y los pies en el presente. Se vienen vinos cada vez más naturales, viñedos que saldrán de la foto clásica que se conoce para no solo darnos uva sino también vida.

Temporada 19/20 fue rara, difícil, pero más que nunca me hizo pensar en qué es el vino para mí y en cómo encarar la Agroecología como un sueño no Hippie y super realista. ¿Es la agroecología una respuesta para los productores de uva? Es tiempo de enfocarnos en el terroir, pero no estudiando la calicata, tratando de entender nuestra historia, nuestra gente, nuestro país y nuestras posibilidades. De esto seguiremos hablando en las publicaciones que siguen.

Gracias por leer.

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