Opinión | Reflexión en Pandemia| ¿Qué es el vino para mí?

 

El vino no es un alimento. ¿Es un componente de una dieta equilibrada? tal vez, pero no podemos vivir de él, no aporta cantidades significativas de nutrientes esenciales y para colmo en exceso es perjudicial para la salud. Esa es mi opinión técnica y concreta, pero…

¿Qué es el vino para mí? ¿Qué es el vino para Mendoza?

Hace unos días atrás y por recomendación del cantante de El Bordo (Ale Kurz) vimos en casa la película argentina “Respira” en donde se cuenta una historia bastante dura y de ficción, pero que podría suceder tranquilamente, sobre el Agronegocio Industrial y el Modelo Sojero en un pueblo del interior de Buenos Aires. Lo cierto es que más allá de que la realidad es más dura, la canción de la película (escrita por Ale Kurz) tiene en el estribillo una frase que me dejó pensando y me dio ganas de escribir estos textos y que dice así: “Respira tu ausencia, la esencia del mal”.

Si hay algo que la pandemia me confirmó, es que vivimos de una manera errónea. No puede ser que el campo sea TAN sinónimo de pobreza, que la gente se vaya a mansalva de pequeños pueblos a las ciudades a vivir hacinados ya sea en villa de miserias o los que pueden en departamentos de 50 metros cuadrados. Siendo que con otro modelo de sociedad el campo debería ser sinónimo de salud, producción de alimentos, trabajo y prosperidad. Sobre todo en los más jóvenes que ni internet tienen en el campo a veces y eso te deja afuera de una generación casi. Y es ahí donde el estribillo de la canción se vuelve más real…Es que mientras más te vas vos (la gente buena) del campo, más los malos dominan y manejan, un montón de gente que te prefiere no sólo pobre, sino que indigno, sin saber plantar tus alimentos y sin ni siquiera tener un metro cuadrado para poder hacerlo. Mientras más te alejas del campo, más el mal se aprovecha de todo.

¿Y el vino qué tiene que ver?

Está claro que para mí el vino es volver al campo, con oportunidades de prosperidad económica. Lo veo en muchas personas, inversores de Buenos Aires que no ganan mucha plata pero aman estar en el medio de la finca, o en dueños que no son capaces de erradicar algunas parcelas por amor a la viticultura. Aunque no les de ganancia.

Los “neo rurales” son una tendencia en el mundo, y son la mayoría jóvenes que quieren acercarse a la tierra y quitarle un poco a los malos. Son los que levantaron la voz desde el campo contra los incendios de este año por dar un ejemplo.

El vino es un bien de lujo, que te permite frenar la vida, poner una pausa y relajar la mente. 

Esa mala palabra marketing que solo usan los malos

Si a todos nos enseñaran que para sobrevivir en este mundo civilizado hay que invertir lo mismo que ponemos en crearnos o crear un producto, en marketing, las posibilidades del campo serían mucho más grandes. O acaso no sabes que si Coca Cola deja de hacer publicidad también bajan sus ventas?.

Es así, nos guste o no, para vivir en este sistema necesitamos dinero, el mismo que se crea en cualquier banco y sin control. El mismo que es una deuda de alguien que tomó y vos lo usás cuando cobras por un trabajo. No está mal, pero aceptamos que el intercambio de bienes lo da el dinero, y no aceptamos que para ganar dinero tenemos que hacer marketing, o tenemos que ganarle una pequeña tajada a los de siempre, sino siguen respirando nuestra ausencia.

Por eso el vino y toda la agricultura sustentable son una vuelta al campo para mí, a lo natural y a esa posibilidad de ganarte la vida y vivir en un medio mucho más agradable que una ciudad.

Recuerdo ver desde la ventana de la casa de mi abuelo en Perdriel, Luján de Cuyo, cómo él araba la viña con el caballo y pienso que el fin del modelo del contratista (se hacía un contrato en el cual el dueño de la tierra ganaba un porcentaje y quien que la trabaja otro) también generó que los que laburaban las fincas fueran en búsqueda de algo más seguro. Es que cuando la ganancia depende de vos es otra cosa. No es lo mismo ganar la misma plata sin importar el esfuerzo, que ganar más a medida que más le pones, con los riegos que eso trae.

Entonces, para ganar X cantidad de plata lo hacías en la ciudad bajo sombra y no rompiéndote el lomo al rayo del sol. ¿Es lógico no?.

Por eso se quedan en el campo los que lo aman a pesar de la pobreza o los que no se animan a irse a la ciudad. Es eso lo que tiene que terminar, el campo te tiene que generar riqueza a pesar de que seas un obrero, todos queremos crecer. 

 El vino y la agroecología son una posibilidad de crecer, una posibilidad de volver a la tierra que sumado a la agroecología lo hacen mágico. El vino es parte de nuestra cultura, es parte de nuestra vida y tiene que ser parte de una vuelta al campo, más natural y digna. 

Fomentar el consumo

Hice el siguiente cálculo: si todos los que tenemos entre 18 años y 75 años (unos 25 millones de argentinos) tomamos 200 mililitros por día de vino (medio vaso al medio día y medio a la noche), todos los días del año, tendríamos el doble de consumo anual per cápita que tenemos hoy. Algo así como que cada persona tome por año 54 botellas de vino por año y que a un promedio de ocho mil botellas por hectárea nos da que necesitamos unas 300 mil ha para abastecer esa utopía de consumo (hoy tenemos plantadas algo así como 225mil), y eso sin considerar exportaciones.

Entonces pienso, si el vino nos ayudara a frenar, a conectarnos con la tierra, siempre que lo consumamos de manera sana y eso lo comuniquemos honestamente para que cada persona que supere los 18 años entre en este maravilloso mundo. Sacando el glamour y metiendo más relax.

Hay posibilidades de crear vinos, de venirte a Mendoza o cualquier otra provincia que se pueda hacer vino sin ir contra las reglas de la naturaleza y volver a la tierra a vivir con dignidad y aire puro.

Si no venís, probablemente ese vino lo hagan las grandes bodegas y sigamos por el mismo camino. Y si sos productor y estás a punto de dejarlo todo…frená. La viticultura y la agroecología son tu salida. Crear vino sano, y comida sana con costos bajos te tienen que tentar a quedarte.

Y si sos de los que viven y trabajan en las ciudades y no podés venirte al campo…primero tomá vino que hace bien, segundo si puede ser de bodega chiquita mucho mejor, tercero si puede ser orgánico, natural o ecológico muchísimo mejor. Apoya lo local, y a los pequeños productores que eso suma mucha.

Gracias por leer.

Recuerden que también me pueden seguir en:

Facebook
Vivino
Instagram
Linked In
Twitter

 

Comentarios